A treinta y seis años del golpe cívico-militar que inundó de sangre y dolor el alma y el corazón de millones de argentinos, desde este humilde espacio queremos recordar a aquellos compañeros a los que no les importó arriesgar su propia vida, en pos de revindicar las conquistas que durante décadas enorgullecieron a nuestra organización.
Que este ejemplo de lucha, sea la inspiración y a la vez el punto de partida, para que todos los ferroviarios volvamos a tener un gremio en donde la organización, la unidad y sobretodo la defensa de nuestros derechos como trabajadores, sean nuestra principal bandera.
